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Como ya sabréis, las sombras de ojos a base de minerales tienen una variedad de colores tan amplia que a veces es casi imposible decantarse por una. Azul, amarillo, rojo o verde son solo algunos de ellos. Se encargan de dos tareas principalmente: nos ofrecen un maquillaje atractivo y diversos tipos de acabados. ¿Te interesa saber cómo se consigue el color de un cosmético? 

Óxidos colorantes en cosmética

Puedes encontrarlos mayoritariamente en sombras de ojos y coloretes, y raramente en correctores, bases y polvos. En la mayoría de casos, se obtiene toda la variedad de colores a base de cuatro óxidos básicos. Estos son el óxido de hierro amarillo, óxido de hierro rojo, y óxido de cromo verde y ultramarino (azul ultramarino y violeta ultramarino). Si quieres corregir el color de un cosmético o darle un tono más cálido/frío, los óxidos colorantes comprados en formato de tintes deberían dar el pego.

Si no fuera por ellos, tus cosméticos a base de minerales serían blancos, y siempre darían un acabado definido y de cobertura total. Su concentración, pero, debe ser siempre baja. Además, no deberían usarse de forma independiente como cosméticos colorantes, ya que su textura dificulta su aplicación. Además, limpiar sus restos de la cara o de tus brochas favoritas es más tedioso de lo que pueda parecer.

PIGMENTOS MINERALES no deja de ser otro nombre para los óxidos colorantes. 

Tipos de óxidos colorantes

1. Óxido de hierro amarillo: es un pigmento natural que ni enfría ni hace más cálido ningún tono particular. Para ello, debe combinarse con ultramarino u óxido de cromo verde para un efecto enfriador, o con hierro rojo para uno más cálido. Los cosméticos que contengan este óxido son ideales para personas con pieles cansadas, rosáceas y capilares vistosos. No es cierto que este óxido deje un tono anaranjado sobre la piel, y que por ello no sea adecuado para personas pálidas o con pieles enrojecidas.
2. Óxido de cromo verde: brinda a la piel con tonos oliva fríos. Los cosméticos con este óxido cubren eficientemente rojeces y pieles severamente rosáceas. Cuánto más pálida sea, más tono color oliva tiene, mientras que cuánto más morena esté, más rojizo.
3. Óxido de hierro rojo: le da un efecto bronceado a la piel avivando su calidez. Le proporciona unos tonos anaranjados a cualquier cosmético que lo contenga. Naturalmente, su tono se puede acentuar con óxido de cromo verde.
4. Azul y violeta, considerados como ultramarinos: para una piel con un tono más frío, o suavizar la calidez y neutralizar colores. Puedes obtener un tono más neutral, y unos colores más frescos.
5. Otros óxidos colorantes comunes son: dióxido de titanio (titanio blanco), óxido de zinc (zinc blanco), óxido de hierro negro, manganeso violeta o azul prusiano (azul de Berlín).

Cómo combinar pigmentos minerales

Si quieres mezclar diversos pigmentos y añadirlos a un cosmético en particular, debes saber que se apelmazan con facilidad. Es por eso que es necesario que utilices un mortero o una espátula. En caso de que el color que resulte aún no le pegue a tu tez, vierte una pequeña cantidad de cosmético y vuelve a mezclarlo con un colorante. Recuerda que debes revolver y combinar tanto el pigmento como el cosmético con esmero. Si no, te quedarán manchas de color en el rostro cuando te lo apliques. Para lograr un maquillado uniforme, retira todo cosmético que quede y vuelve a aplicarlo. Es por esto que es preferible hacer la mezcla debidamente a la primera.

Mica – Pigmentos de perlas 

Los pigmentos de perlas, conocidos como mica, pertenecen a los silicatos. Su nombre se deriva del latín y significa algo brillante, cosa que se relaciona íntimamente con el efecto que produce. Consigue un acabado lustroso, reluciente, radiante, opalescente, metálico o mate. Están disponibles en diversos colores, y en la mayoría de casos, están mezclados con pigmentos mate. Si lo añades a unos polvos, base o sombra de ojos, obtendrás un efecto reflectante. Esto te permite conseguir una piel suavizada, y camuflar arrugas y poros. Además, la mica puede usarse de forma individual como cosmético; normalmente, como una sombra de ojos.